Hay maravillas flotando en el ático, números sin dimensiones. Vacíos. Hay un sin fin de memorias sin forma al final, ¿Pero las recordaré? Me miento y pienso que quizás....¿quizás qué? No puedo ponerme a pensar, mirando unas estrellas que solo campanean de noche. Hay miedos tan sombríos, que en un sueño yo recordé lo que era. Quiero creer, que detrás del camino hubo tiempo. Que antes de que las cosas flotaran sobre el mar, una línea de tiza se arrastraba sobre el suelo. Que el campo solitario, las ramas que añaden lágrimas al sol, que las entrañas del barro entre mis pies me obligaron a caminar, por un camino de barro...barro mas barro. Con sus huellas persiguiéndome por siempre.
(F.D.)
(F.D.)
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