1 de diciembre de 2017

Silvia Plath Effect

I became insane, with long intervals of horrible sanity.
Edgar Allan Poe

Las palabras de su diccionario se han terminado,
se ha quedado con una mancha hostigada en la corbata,
se ha olvidado el cepillo de dientes en casa y siente que
sus dientes son carcomidos, desprendiéndose de su boca
como granos de sal.
No reconoce su letra,
y para cuando le piden que lea sus poemas se da cuenta que
lo que escribió se parece más a la figura que se forma en un monitor cardíaco
y desconsolado siente que la suerte se acuesta con todos, menos con él.
Ha decidido lanzarse de un precipicio
y para hacerlo más poético, decide hacerlo desde el Monte Sinaí
pero sin saber cómo, está amordazado en la clínica yanqui 
pidiendo piadosamente que busquen su cepillo de dientes.
Logra librarse y piensa mientras huye,  en lo lindo que
era pensar sin decir nada, en pintarse flores marchitas solo para él,
y una empobrecida mirada sonriente se dibuja
tras la caravana de ambulancias.

(F.D.)