5 de noviembre de 2017

Te diré algo

Te diré algo que quizás ya hayas oído,
el cuerpo para el que respiras, ahora es tuyo pero
no siempre fue así
si fuiste capaz de amar, de odiar
de alejarte de ti
entenderás que no siempre fue así.

quizás ya lo hayas oído,
yo conocí a la madre de la noche
susurraba cánticos y me miraba con pudor
y si de cuerpos impropios puedo hablar,
créeme, que entendí que eso
lo del cuerpo,
no siempre fue así.

Yo la miraba bajo la lámpara
la miraba hasta quedarme dormido,
más o menos a eso
de las cinco de la mañana,
pero sí era consciente del tiempo,
lo era porque de tanto en tanto
solía golpearme a la cara.
Casi todas las noches eran nuestras,
eran intensas, eran inciertas
hasta que un día le vi al tiempo un rostro distinto
o mejor decir
le encontré rostro alguno,
un rostro difuso
fue eso, pensé
¿o fue el efecto acaso?
¿el cambio de horario?
nunca, probablemente lo sabré.

Ahora entiendo mi lugar, o mejor dicho
se dónde no pertenezco
y si bien antes caminaba sobre una calle empedrada,
el fango en el que ahora me enredo
es divertido,
inexplicable,
diferente.

(F.D.)