1 de diciembre de 2017

Silvia Plath Effect

I became insane, with long intervals of horrible sanity.
Edgar Allan Poe

Las palabras de su diccionario se han terminado,
se ha quedado con una mancha hostigada en la corbata,
se ha olvidado el cepillo de dientes en casa y siente que
sus dientes son carcomidos, desprendiéndose de su boca
como granos de sal.
No reconoce su letra,
y para cuando le piden que lea sus poemas se da cuenta que
lo que escribió se parece más a la figura que se forma en un monitor cardíaco
y desconsolado siente que la suerte se acuesta con todos, menos con él.
Ha decidido lanzarse de un precipicio
y para hacerlo más poético, decide hacerlo desde el Monte Sinaí
pero sin saber cómo, está amordazado en la clínica yanqui 
pidiendo piadosamente que busquen su cepillo de dientes.
Logra librarse y piensa mientras huye,  en lo lindo que
era pensar sin decir nada, en pintarse flores marchitas solo para él,
y una empobrecida mirada sonriente se dibuja
tras la caravana de ambulancias.

(F.D.)

5 de noviembre de 2017

Te diré algo

Te diré algo que quizás ya hayas oído,
el cuerpo para el que respiras, ahora es tuyo pero
no siempre fue así
si fuiste capaz de amar, de odiar
de alejarte de ti
entenderás que no siempre fue así.

quizás ya lo hayas oído,
yo conocí a la madre de la noche
susurraba cánticos y me miraba con pudor
y si de cuerpos impropios puedo hablar,
créeme, que entendí que eso
lo del cuerpo,
no siempre fue así.

Yo la miraba bajo la lámpara
la miraba hasta quedarme dormido,
más o menos a eso
de las cinco de la mañana,
pero sí era consciente del tiempo,
lo era porque de tanto en tanto
solía golpearme a la cara.
Casi todas las noches eran nuestras,
eran intensas, eran inciertas
hasta que un día le vi al tiempo un rostro distinto
o mejor decir
le encontré rostro alguno,
un rostro difuso
fue eso, pensé
¿o fue el efecto acaso?
¿el cambio de horario?
nunca, probablemente lo sabré.

Ahora entiendo mi lugar, o mejor dicho
se dónde no pertenezco
y si bien antes caminaba sobre una calle empedrada,
el fango en el que ahora me enredo
es divertido,
inexplicable,
diferente.

(F.D.)

5 de marzo de 2017

Berlin

Todas las noches sueñas con Berlín. Con la ventisca blanca que no te permite ver más allá de dos metros en adelante. Que hoy viste a Su Yong en su hermoso vestido de cristal. Que ya que estás cerca de Berlín quizás no sea mala idea visitarla.
No se utilizar el sistema de trenes, en medio de la ventisca blanca un tren se dirige hacia ti, tu piensas que pasará de largo, pero en eso ves los rieles moverse, y no sabes qué hacer, sientes pánico.
En eso vuelves a casa, a tu casa provisional en Berlín, y conoces a la familia de la chica que te follas y ves que no es tan malo después de todo, que quizás sí sea una familia, que quizás a la chica a la que te follas sea una linda chica después de todo. Cada noche sueño que estoy en Berlín porque es en lugar de donde duermo hace un frio de mierda, pero a pesar de que tengo disponibles lugares más cálidos, la tentación de moverme a Berlín en mis sueños hace que prefiera dormir en el frío suelo.

Ya que estoy en Berlín, por extensión siento que debo de visitar toda europa, otros lugares repletos de nieve como Berlín, desde la ventana se ve todo Europa, inclusive parte de África y Atenas, la familia de la chica a la que me follo, que misteriosamente viven en Berlín, que ahora me tratan como uno de ellos, me ha propuesto quedarme en una de sus habitaciones, yo enciendo la tele y juego mortal Kombat y me doy cuenta que también hay otros juegos nada relacionados a mortal kombat, y vuelvo a salir a la nieve, y la chica a la que me follo, lleva a una bebé en brazos, es Su Yong! La pone sobre el suelo frío de la nieve y su yong da unos pasos torpes hacia mi, esta aprendiendo a caminar, escucho entre aplausos y risas, esta chava parece ser mi hija, yo soy su padre, su yong parece ser mi hija, y la chica a la que me follo su madre, al final entramos y ella y Su Yong están durmiendo, yo en la habitación de huéspedes aprovechó los diez mil juegos, incluido claro está Mortal combat. En eso despierto, tengo el cuerpo bajo cero, la espalda tan fría como la de un muerto, durmiendo al lado de mi cama en el frío suelo de mi apartamento, un zancudo me ha despertado, esa mala costumbre de dormir en el suelo para congelarme y soñar con Berlín, y ahora con Sun Yong.
Volviendo al sueño, recuerdo haber pensado qué les diría a mis jefes, como llegue a europa, ganaba buena guita, pero ya estaba en europa, y al menos necesito un mes para recorrerla decentemente, en realidad para conocer bien Berlín…

En la realidad de mis sueños, mis jefes me necesitan por eso gano buena guita, pero misteriosamente estoy en Berlín, con la chica que me follo y Su Yong...que excusa pongo si dependen a muerte de mi? Como decirles que volveré en un mes, si mañana hay junta de directorio?

Me levanto y son las 05:00 am, 05:01am

Ahora que lo pienso, nuestros cerebros siempre buscan una explicación a lo inexplicable, yo llegué a Berlín porque uno de mis jefes, esos miserables ricachones que se hiZo rico porque solo compró la vivienda correcta en el momento correcto y ahora los renta por precios exorbitantes, bueno tenía una casa en Berlín, la cual me envió a refaccionar o a hacer algunas cosas legales.

Los cerebros siempre parece buscar formas lógicas, inclusive entre sueños, luego recuerdo haberle dicho a la chica que me follo (que no entiendo que hacían en Berlín con su familia) que necesita hacer algo, de estaba harto de ser el lazarillo de los ricos, quería mi parte del pastel, me frustraba ver tanta ridícula riqueza, de unos tipos que no entiendo como carajos pueden aparentar ser profesionales, solo son unos tipos con suerte y claro, tienen un pacto con el diablo y con el dinero, por eso son mis jefes, por eso veo sus negocios en Berlín, y por eso estoy aquí en medio de una tormenta de nieve flagelandome mi falta de aspiraciones, o mi falta de obsesión con el “éxito” regañandome y prometiéndome esta vez sí “hacer algo”.

En cuanto pienso en todo esto, en la guita, en los ricos, en porque estamos podridos, Su Yong se desvanece de mis brazos, lloro profusamente y veo una puerta de salida, bajo las escaleras mareándome, yendo en una espiral, mis ojos estan humedos, no estoy seguro de que sea sangre sudor o lagrimas, pero estoy herido, cansado y triste.